Hay días de todos los colores. Los hay amarillos que significan felicidad, los rojos son aquellos en los que te encuentras rebosante de energía. Los azules se asocian al cielo despejado, sin ninguna nube, sin ningún problema acechando, son días tranquilos. Pero también tenemos días grises en los que no nos apetece hacer nada, simplemente disfrutar de una buena canción o de una película que esboce alguna leve sonrisa. Días blancos en los que las preguntas nos atormentan y dudamos hasta de nuestra propia existencia. Y días negros que nos sumergen en lo más oscuro de nuestro ser. A lo largo de una semana, un mes, un año o la mayor parte de tu vida vas a tener muchos días diferentes pero depende de tu personalidad, de tu suerte o de tu forma de ver esos días siempre predominará un color.
¿Cuál es el tuyo?
Corren tiempos difíciles, crisis, exámenes, agobios, pocas horas de dormir pero... ¿Eres feliz?
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El truco es encontrar el swing y hay que buscar en la armonía de todo lo que es, de todo lo que fue, de todo lo que será.
Dentro de todos y cada uno de nosotros hay un verdadero y auténtico swing. Algo con lo que nacemos. Algo que es nuestro y sólo nuestro. Algo que no se puede enseñar ni aprender. Debemos mantenerlo vivo. Con el paso del tiempo el mundo puede robarnos ese swing y quedar enterrado en nuestro interior bajo todos nuestros "habría", "podría", "debería"... Hay quien llega a olvidar cual era su swing.
Yo estoy hablando de un juego, un juego que no se gana, sólo se juega.
Voy a acabar con un vídeo que me ha encantado.
¿Qué es la música?
SED FELICES
