8 de febrero de 2013

El entrenamiento no importa.¡La voluntad lo es todo!

Porque se dice que los humanos no se satisfacen jamás, que se les da una cosa y siempre quieren algo más.


 Y se dice esto con erróneo desprecio, ya que es una de las mayores virtudes que tiene la especie y la que la hace superior a los animales que se dan por satisfechos con lo que tienen.




Creo en la pasión sin verso.
Creo en la entrega sin límites.
Creo en las hazañas que terminan en proezas.
Creo en el compromiso.
Creo en la belleza.
Creo en la lucha, que es mucha.
Creo en el talento.
Creo en la humildad.

Creo en el respeto.
Creo en la locura.

Creo en la distancia que recorre una esperanza cuando se empuja y se empuja.
Creo en la hermandad.
Creo en la amistad.

Creo en la fuerza que sale de adentro cuando hay que ganar.




Creo en la aventura.
Creo en los sueños.
Creo en lo real.
Creo en las voluntades que derriban banderas.
Creo en la alegría. 
Creo en los retos.
Creo en los hombres con espíritus inmensos.
Creo en la destreza.
  Creo que una lágrima sincera vale más que mil banderas desplegadas en el cielo.
















El entrenamiento no importa.¡La voluntad lo es todo!


¡SED FELICES!