Así termina la historia del año que intenté hacer las cosas por el camino correcto con la desconocida felicidad de trabajar de algo que me gusta, con un amigo como socio y con la cabeza por fin llena de proyectos y no de preguntas sin respuesta. Con la satisfacción única de haber conseguido mi objetivo teniendo que buscarlo. Esa es quizá la lección más importante que me enseñó esta etapa de mi vida; la suerte solo te ayuda a caminar si tienes el valor para dar el primer paso.
SED FELICES!
PD: Recuerda que... no hay nadie como tu! :)
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