Copiaré un artículo que me ha gustado.
Hoy al levantarme y tirar de la colcha, he pensado que llegará el día en el que nos levantemos para trabajar sin haber tenido casi tiempo ni de acostarnos. Llegará el día en el que nos levantemos y sea normal trabajar tantas horas como en los bazares chinos.
Llegará el día en el que nos levantemos y escuchemos al gobierno decirnos que tenemos que trabajar más de ocho horas y no escuchemos a nadie pedirle una rectificación porque llegará el día en el que estemos acostumbrados a estos y otros sacrificios. Llegará el día en el que nos levantemos y habremos asumido que ya no podemos ir a la sanidad pública porque no habrá centros ni médicos suficientes para atendernos. Llegará el día en el que nos levantemos y nos parecerá normal que la escuela pública sea de peor calidad que la privada y tengamos que aceptar que nuestros hijos se eduquen mal porque no tenemos dinero para pagarles una educación mejor y ya nos hemos acostumbrado a que esto sea así. Llegará el día en el que nos levantemos y nos hayamos acostumbrado a que nuestros hijos vivirán peor que nosotros igual que nosotros vivimos peor que nuestros padres y nos terminamos acostumbrando o nos terminamos yendo.
Llegará el día en el que nos levantemos con nuestros hijos en casa de nuestros padres porque llegará el día en el que las casas ya no estén a nuestro alcance porque los bancos se han quedado con ellas y no han querido bajarle el precio. Llegará el día en el que nos levantemos con nietos y bisnietos y sigamos yendo a trabajar porque llegará el día en el que algunos no se podrán jubilar porque no tendrán pensiones ni límite de edad para dejar de trabajar. Llegará el día en el que nos levantemos en el puesto de trabajo para no perderlo. Llegará el día en el que nos levantemos con el mismo sueldo que nos hemos acostado los últimos diez años. Llegará el día en el que nos levantemos y no podamos levantarnos frente al jefe si no queremos que nos eche. Llegará el día en el que nos levantemos y el jefe nos despida sin apenas despido.
Algunos de esos días ya llegaron ayer. Y nos hemos levantado y no nos hemos dado cuenta de que todo esto había pasado. Llegará el día en el que nos levantemos y no nos acordemos de que antes no pasaba todo esto.
Ese día no está tan lejos. Pero... también puede que llegue el día en el que nos levantemos.
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