La idea de la acampada surgió para despedir las vacaciones todos los amigos juntos, a pesar de que hubo alguna baja (gente que ya estudia fuera o gente que no pudo ir) los 10 que fuimos dijimos adiós a nuestro veranazo por todo lo alto.
Nuestra acampada empezó a las 6 de la tarde cuando quedamos para comprar la carne de la barbacoa. Desde el primer momento se esperaba que nos echásemos unas risas y no habiendo casi empezado llegaron las primeras junto a la tarta helada de Xuxi la cual tendríamos que intentar mantener congelada durante aproximadamente 2 horas y media… cosa que conseguimos ya que somos mágicos XD. El bus fue un no parar de tocar la moral al resto de los pasajeros ya fuese con música, bobadas o las ya habituales frases de Recio que bastantes tienen en sus respectivos móviles y es que la cosa iba de confiscar felpudos. Al bajar el conductor debió de suspirar de alivio… realmente no me extraña.

Durante la cena también hubo alguna que otra salida de tono, algún que otro ewook, la comprobación de que una botella de 2,2 ( Ojo al dato que no 2 L ) de Coca-cola flota en una piscina, Xuxi viendo como las ascuas se convertían en llamaradas y empezaban a quemar nuestra comida (eso sí él tan tranquilo, se le veía preocupado),el estramonio, antimonio o como diantres se llame y la visita inesperada de los aspersores durante la cena amenizaron la espera.



¿Y yo? Pues con la ayuda de Montes primero lapidamos a Xuxi y luego le dimos entierro construyéndole una cruz con piedras y palos, lo dicho risas aseguradas. Si añadimos las caras de los susodichos que intentaban dormir cuando pasaba un convoy a alta velocidad, un no parar de carcajadas. Al montar al tren Montes (futuro estadístico) no fue capaz de contar el dinero y le dio un puñado al revisor para que se sirviese el mismo a la vez que algún gamberro se indignaba porque no le aceptaban esas dichosas monedas de cobre que tanto molestan en la cartera.
Y llegar a casa… no hay nada como una buena ducha y un chocolate caliente esperándote en la mesa.
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