22 de septiembre de 2011

Carpe Diem


Bueno pues mi primera entrada del blog... a ver que tal se nos da. Iré poniendo paranoias( ya sean mías o de algún libro/serie) y cosas que me molen y que espero que sean de vuestro agrado.
Allá vamos...

Entonces me sonrió. Era una sonrisa dulce, cariñosa y tímida, como una flor que se abre.


Era cordial, sincera y ligeramente turbada. Cuando me sonrió sentí…


No se me ocurre cómo describirlo, de verdad. Sería más fácil mentir. Podría copiar algunas frases de cualquier historia y contaros una mentira tan familiar que no dudaríais en tragárosla. Podría decir que se me doblaron las rodillas. Que me costaba respirar. Pero eso no sería la verdad. Mi corazón no latió más deprisa, ni se paró, ni alteró su ritmo. Eso es lo que nos cuentan en las historias. Tonterías. Hipérboles. Chorradas. Y aun así…
Salid a pasear un día de principios de invierno, después del primer frío de la temporada. Buscad una charca con una fina película de hielo en la superficie, todavía limpia, intacta y transparente como el cristal. Cerca de la orilla, el hielo aguantará vuestro peso. Deslizaos un poco por él. Más allá. Al final encontraréis el sitio donde la superficie soporta vuestro peso de milagro. Entonces sentiréis lo que sentí yo. El hielo se rompe bajo vuestros pies. Mirad hacia abajo y veréis las blancas grietas recorriendo el hielo como alocadas, complicadas telarañas. No se oye nada, pero notáis la vibración a través de las plantas de los pies.





Eso fue lo que pasó cuando me sonrió. No quiero decir que me sintiera como si me encontrase como una fina capa de hielo a punto de ceder bajo mi peso. No. Me sentí como el hielo mismo, resquebrajado de pronto, con grietas extendiéndose a partir del sitio donde ella me había tocado, en el pecho. La única razón por la que me sostenía era porque el millar de piezas que me componían se a apoyabas unas en otras. Temía derrumbarme si me movía.



Quizá fuera suficiente decir que me cautivó una sonrisa. Y aunque parece una frase extraída de un libro de cuentos, se acerca mucho a la verdad.

(El nombre del viento)







" No hay viento favorable para quien no sabe hacia donde va "



No hay comentarios:

Publicar un comentario